El litoral patagónico alberga uno de los paisajes más prístinos y, a la vez, más desconocidos del planeta. Un laberinto de intrincados fiordos, canales y archipiélagos que una nueva ruta austral devela al visitante a través de cinco zonas claves que esperan convertirse en un imperdible del turismo científico mundial.
Patagonia es un terreno enorme, amplio, inabarcable. Desde sus inicios fue la Tierra Incógnita: aquella que navegantes y aventureros morían por descubrir. Aún lo sigue siendo. Su magnetismo radica precisamente en lo desconocido, ya que hay muchos lugares que aún no han sido tocados por el hombre. En pleno siglo XXI la costa aysenina sigue siendo una de las zonas más desconocidas y secretas de nuestro país.
Para develar sus misterios, en el seno del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP), nace la idea de impulsar el turismo científico en la Región de Aysén, que se concibe como la generación y difusión de conocimientos en torno a un territorio, sus ecosistemas, modos de vida y patrimonio en gran parte desconocido.
Actualmente a través del proyecto “Archipiélagos Patagónicos, destino internacional para el turismo científico”, financiado por el Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se ha creado una guía con más de 50 temas vinculados a diversas temáticas que combinan ciencias y turismo concebido bajo cuatro formas: Exploración y Aventura, Cultural e Interpretación Científica, Investigación Científica y Eco Voluntariados, cuyo objetivo es posicionar al litoral patagónico como un destino único para el turismo científico a nivel mundial.
Fuente: Revista Enfoque
Sin duda uno de los lugares más interesantes de la tierra!